El aspecto físico de éste chico me acuerda a un jovencito hijo de una vecina que iba siempre a mí casa. Estaba en plena pubertad y yo le hacía sexo oral casi todos los días, tanto que iba a mi casa porque sabía que recibiría placer. No olvido los gemidos y los gestos que solía hacer mientras se lo mamaba y lo masturbaba, y cómo se ponía mientras eyaculaba en mi boca.